lunes, 25 de febrero de 2013

poniente



había algo de color
eso siempre

yo he venido dejando cosas en el camino
con dolo
pero sin dolor
me he hecho un profesional de las renuncias
que no rendiciones

ahí has estado viéndome
todas las veces que me he hundido
en el oeste

la última vez que intenté atraparme
me resvalé de mis manos
me cai en el fango
me dolió hasta el pensamiento
(sobre todo el pensamiento,
me dolió de muerte)
y en el mismo fango te encontré
con un puño
de unas ganas
ocultas
de ensuciarte con mi pesadumbre

y aquí estás
sucia
y yo vuelvo a largarme
acampando en mis delirios
de hombre solo

corpóreo cada vez más
cada vez más sexo
cada vez menos atado
cada vez más ermita de culto a la nada
cada vez más rosado por las cosas perdidas
cada vez más inefable
líquido
sorna de lo duradero

pero cada vez más perpetuo
más reiteración
más cacofónico
asonante
de nuevo solo
una vez más despidiéndome
en el oeste
después de pasar dejándote
algo de color

1 comentario:

  1. El dolor nos fortalece, nos senala y esclarece el camino a seguir. Nos ensena a apreciar lo real y verdadero. El dolor nos ablanda el alma y nos agudiza los sentidos. El dolor nos empuja a buscar la felicidad.....

    ResponderEliminar

Amigos de Literaturavecc