domingo, 3 de junio de 2012

Tardía inoportuna


"Reloj blando en el momento de la primera explosión", Dalí
Siempre me reclamó que a todo llegara tarde. Ella era de esas personas que llegaba temprano a la escuela, al trabajo, a las reuniones familiares y a los bailes de los amigos. Llegó de primera a su matrimonio,  a su divorcio y obviamente a su reconciliación.  Cualquier cosa a la que se pudiera llegar temprano era buena para ella.  

El día de su vela todos estábamos presentes. Llegamos temprano para llorarla con tiempo, tomamos café durante toda la madrugada y a la mañana siguiente la enterramos. Agarramos puñados de tierra y la tiramos sobre el hueco, cerramos la lápida, nos secamos la lágrimas y luego de un rato hasta nos olvidamos de ella. Ese día llegó tarde.  


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