domingo, 27 de noviembre de 2011

Supongamos


Supongamos que por fortuna
no soy tan bueno como se cree
supongamos que es mi imagen
la que se ha quedado en tu espejo
luego de mi partida
sí, supongamos eso
supongamos que ya te has vaciado de todo resabio
de cuanto alguna vez pensé despojar  en tus adentros
supongamos que en efecto miento
y que de vez en vez me gustaría creer un poco
o jugar al creyente                         
sólo para poder pedirle a alguna deidad que te cuide de mis demonios
de los que dejé heredados en tu recuerdo
sí, supongamos eso
supongamos que si me hubieras sostenido en tu pecho
como a un suspiro
quizás me hubiera convertido en fuego
y yo mismo quemaría todo cuanto había para mi
supongamos también
pero solamente un poco
que me has guardado como una herida
imposible de cicatrizar
pero que has mandado tu dolor de viaje conmigo
para que sólo yo lo padezca
                sí, supongamos eso
supongamos que desaparezco
pero no por causa de la muerte
si no por causa de no haber tenido una vida
porque si suponemos que para quedar con nada
después de tenerlo todo
más valdría desaparecer
entonces prefiero suponer que estas letras se escriben solas
y que con un punto al final
sería preciso suponer que ya no estoy

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Amigos de Literaturavecc