viernes, 4 de marzo de 2016

Oxímoron



Era la raíz cuadrada de una espina dorsal, u otra cosa así de absurda, no importa. Me vio cuando venía bajando y lo que le pareció más cómodo fue decirme alguna estupidez sobre mi conciencia de clase. Ella, toda una raíz cuadrada de una espina dorsal… algo así como una rosa de los vientos sin norte, un absurdo. Luego la vi convirtiéndose con un anochecer en media mañana, pero decidí no decirle nada, las cosas cambian así de un día para otro y a uno de repente le toca pensar en el suicidio o cosas un poco más drásticas, como la vida eterna. 

Claramente, pensará usted, puede que esté siendo un poco dramático, lo cierto es que en toda esa suma de cosas que al final no  importan: la vida, la retórica, la muerte, la opinión, el amor, la ironía, el odio, los versos y el pensamiento, entre otros, solo queda la certeza de que el sentido reside irrefutablemente en el ombligo de un oxímoron. Sin embargo, comprenderá usted, cuando lo  increpan a  uno así, como si todo en la vida tuviera una respuesta, no queda clara otra cosa más que la oscuridad…. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Amigos de Literaturavecc