viernes, 9 de mayo de 2014

El pozo



Tenía muchos sentimientos, muchos deseos y muchas ideas, pero no sabía qué hacer con ellos. Decidió entonces hacer un pozo. En él echó todos sus sentimientos, sus deseos y sus ideas. Ahora sólo tenía un pozo. 

jueves, 8 de mayo de 2014

no quiero para mi hijo



no quiero para mi hijo

los mismos sueños truncados

las mismas lágrimas

raídas por el paso de las penas

no quiero para mi hijo

el sobrante de tus veredictos

              irreales

de lo que debería ser el deber ser

no quiero para él

los mismos pasos ni el mismo camino

no quiero que tenga en su espejo

la misma imagen que yo he tenido en el mío

todos los días de ésta muerte

todas las noches de éste insomnio

no quiero tener para mi hijo

los mismos soles ni las mismas lunas

que he tenido estos días

y éstas noches que ya no son mías

no quiero ver mis ojos en los suyos

no quiero ser la sombra de sus luces

ni la orilla de su río

no quiero para mi hijo

un padre que sea otro

ni una madre que sea otra

no quiero para mi hijo

el verde de mis esperanzas

               infecundas

ni el azul de los mares de mis horizontes

lo quiero completo

lo quiero de colores

lo quiero con todo y noches y sueños

con todo y vidas y luces

lo quiero haciendo su azul

su propio azul

para que sepa por qué el aire es mejor

cuando es su propio aire

su propia libertad

su propia soledad

viernes, 2 de mayo de 2014

Twistedness



Cuando se trata de discutir la cuestión de los prejuicios morales (cualquier cosa que eso signifique) siempre se cae en esas generalidades indefinibles que nos llevan irremediablemente a terminar hablando pura mierda. Me explico: todos estamos de acuerdo en que los prejuicios son indeseables y todos sostenemos de una u otra forma que no los tenemos. Afirmaciones meramente formales y vacías como cuando se afirma que mentir es malo, pero todos mentimos en alguna medida.

Considero que una de las principales raíces de esta tendencia es la de nuestra insistencia por buscar el orden o cosmos (en contraposición al caos). Esa terquedad de imaginar que todo está ordenado y somos los seres humanos los que lo desordenamos me parece la más estúpida de nuestras afirmaciones. ¿Orden de qué? ¿Con respecto a qué?

Creo que uno de los principales logros del surgimiento de las vanguardias fue precisamente el hecho de mostrarnos una cara del gusto relacionada con lo asimétrico, con lo antifigurativo, con lo incomprendido. No me imagino a Kenny G generando un despiche como el de Kurt Cobain o Jim Morrison. Si tuviera que escoger entre Janis Joplin y Celine Dion para casarme, con los ojos cerrados escojo a Janis. Tengo sin duda una terrible atracción hacia lo que se destruye, hacia lo que duele ¿Digo que Celine es mala? No, para nada. Estoy hablando de la atracción hacia lo torcido, hacia lo dionisíaco, para usar lenguaje nietzscheano, eso que trae hacia la carne la comprensión del otro, eso que hace que unas estrías y un poco de celulitis sean mucho más tentadoras que una piel de anuncio de lubriderm.

No me imagino a ninguno de los personajes con mayor capacidad de comprensión de la humanidad rodeados de puros seres humanos inequívocos, no me imagino a un Jesús de Nazareth rodeado de santos, me lo imagino rodeado de putas y ladrones, rodeado de leprosos y pobretones muertos de hambre (como lo dibujan las escrituras), no me lo imagino en un desierto de arena siendo tentado, me lo imagino en una vida que es un desierto tentado infinitamente hasta llegar a la cruz. Al santo se le busca para pedir perdón, al humano se le busca para una conversación. No me imagino a Shakespeare ni a Dostoievsky o a Cioran escribiendo en un claustro, me los imagino oliendo orines y mierda en media calle. Los grandes psicólogos son víctimas de su cuerpo y en eso reside su humanidad, no en la cantidad de adjetivos que le puedan poner a un ¨paciente¨. ¿Quién se imagina a Hendrix o a Bob Marley chiveando en sobriedad? La Liga de la Justicia suena bien para puros personajes extraterrestres que no existen, pero la humanidad se sigue equivocando y su incomprensión tiene origen en la búsqueda de la santidad.

Cada vez que me encuentro a algún perfecto, mi primera reacción es la de voy jalando. Las personas que no se equivocan me alejan inmediatamente, seguramente es la razón por la cual siempre me rodeo de gente llena de problemas. Me aburro con facilidad de lo plano, de lo fácilmente comprensible, de lo que no necesita de un esfuerzo entrañable para ser aceptado. La humanidad torcida me seduce, me atrae, incentiva mi conversación y me hace escribir y crear. ¿Soy un neurótico? ¿Por qué quisiera ser algo diferente? Mi forma de ser me ha acercado con las personas más diversas e interesantes que alguien podría imaginar. Soy un imán de locos y no quiero ser de otra forma, me gusta ser humano, cada vez más humano. Homo sum et nihil humanum a me alienum puto.

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