Sigo
echando vistazos atrás (porque hay quienes tenemos aún esa extraña manía de
observar el camino recorrido) y no me arrepiento de nada. La vida se da de
pichazos conmigo en la mañana y luego en las noches, durante el insomnio, me hace
el amor. Asumo los puñales y me bailan juguetones en las entrañas reafirmando
que todo permanece tal y como estaba al principio: en caos. Sigo padeciendo la
vida terrenal con tanta fe en que no hay más que esto, que en los momentos más
hondos de dolor aun sostengo mi amor por los que insisten en ser odiados. ¡Y es
que en qué otras circunstancias puede uno poner a prueba su propio amor! Sigo levantándome
con la guardia baja conservándome en la idea sumisa de poner un centenar de
mejillas a cambio de soltar todo cuanto me pesa en el alma. Sigo echando
vistazos… a vos, mi pasado… tan presente, más presente cada vez y cada vez más
distante.
"The strange Worlds", Escher |
Siga escribiendo mucho mucho... aunque ponga melancólico a medio mundo!
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