martes, 20 de marzo de 2012

Lo andaba buscando


Lo andaba buscando
y aquí estaba conmigo
sin disfraces ni doctrinas
detrás del seno de todas las muertes
Escupía sangre y paz
porque era sangre de vida
no de guerra
estaba escondido en la categoría de lo olvidado
no de lo perdido

Lo andaba buscando
y estaba haciéndose el amor con los recuerdos
dentro del pecho
una nube desmemoriada
bailando descalza en las llamas del sol
Se me escurría de las manos
y enredado en mis pies
me ponía a bailar de pena
o de tristeza

Lo andaba buscando
en la imagen del frío
mientras me daba calor
Me había convertido en brasa
me había hecho dejar cicatrices
quemaduras sonrientes
sobre las pieles honestas de todos los cuerpos
Aquí ha estado siempre en mis adentros
y yo lo andaba buscando.

domingo, 18 de marzo de 2012

Provocaciones


En la entrada a una rotonda en hora pico hay un furgón. Está de primero en la fila como un cachalote con sus cincuenta y dos pies y sus casi cuatro metros de alto. Extrañamente ha esperado paciente por un buen rato mientras cientos de carrillos parásitos se aprovechan del tamaño del monstruo y de su velocidad para rebasarle, pasar frente a él y atravesarse en su camino. El monstruo empieza a perder ligeramente la paciencia, eso es lo que indican los sonidos del motor de un montón de caballos de fuerza acelerando cada vez más. Los parásitos se precipitan con más velocidad frente al furgón, un carrillo, dos, diez. El furgón ruge como bestia infernal, cierra los ojos y entra finalmente en la rotonda, pasando por encima de lo que se le ponga en frente. Nadie contó cuántos carros destrozó ni cuántos muertos hubo al final, ¡a quién le importan esas cosas en plena hora pico! El monstruo sigue parsimonioso su camino, lentamente. Pronto llega a la siguiente rotonda.

martes, 13 de marzo de 2012

Reconstrucción de los des-hechos


Yo estaba tirado
era una masa de carne y sangre
                esparcida por la calle
y cuando no respiraba ya
venían mis tatas con una pala
                una escoba y una sonrisa
a juntar unos pedazos

No cabía un entierro
porque no había un muerto
bastó un poco de amor
tres gotas de sudor
un batido de ideas
                y dos jalones de orejas
 yo volví a ser persona

Vos estabas parada
mirándome asustada
observando una reconstrucción
y pidiéndome llegar en paz

Mientras, el tiempo se encargaba
de lavar la mugre
y lavarme las penas
La mugre se fue con sus venéreas flores
y vos surgiste como una flor

No has crecido
pero mi tierra aunque es más vieja
                es fértil aun

Quisiera ser la tiniebla
de tus luces
el azul de tu negrura
Quisiera ver a la esperanza
de tus ojos de miel         
                y de luna
susurrarme al oído
cuanto tus llantos ahogan
Quisiera que estos presentes
                fueran el recuerdo de tu mañana
cuando tu imagen muda
y perpetua
me hable de todo
lo que siempre fue silencio

No creás que no he visto mis raíces
hundirse en tus miradas
                todas nuevas para vos
no creás que no he visto tus caderas
tremolando provocaciones
                por mis velas encendidas
no creás que no he visto
cómo el viento sopla el rostro
que con tu espera
se ha convertido ya en un solo rostro
                para los dos.

lunes, 5 de marzo de 2012

En el fondo


Para caerse no tuvo que hacer mucho esfuerzo, siempre estuvo al borde del precipicio y bastó un leve empujón para llegar hasta el fondo.  La caída, como todas, fue tan accidentada como inesperada en realidad. Quién sabe cuántos metros serían, pero a juzgar por el golpe, las heridas y obviamente la inconsciencia temporal desatada, con seguridad sería muy profundo.  Una vez recobrada la cordura hizo lo que cualquiera hubiese hecho en su lugar: llorar. Pero pese a que el llanto es tedioso, sobre todo cuando es de dolor, es más tedioso permanecer en el mismo lugar, a oscuras, con aparentemente nada por hacer.  Así es que se secó el llanto con las manos llenas de barro y empezó a pensar. Salir de aquel hoyo por donde había entrado era imposible y poco prometedor, era inútil escalar y además arriba estaban las personas que lo habían empujado. Así que la única opción era seguir hacia el fondo. Aun tenía sus manos y seguir hacia el fondo le regalaba esa contradictoria esperanza en lo inesperado. Empezó a cavar durante un tiempo incontable y la distancia de la orilla era cada vez más amplia. Un día se encontró con que el final del fondo era la otra salida. Hizo lo obvio: llorar. Cuando estuvo afuera, sucio y con las manos sangrantes llenas de tierra, pese a que la luz lo enceguecía, se quedó inmóvil. Sintió vértigo cuando su pie rosó la orilla de otro hoyo y náuseas cuando vio a las personas acercándose para volverlo a empujar. 


viernes, 2 de marzo de 2012

Una separación


Un día nacieron los dos pegados por el brazo. El doctor procedió con la cirugía para separarlos, claro está. Ninguno de los dos quería porque sabían que después de la operación ya nada los podría juntar. El doctor sonreía como si estuviera realizando la mejor gestión. Ellos no volvieron a estar juntos. La herida a uno le cicatrizó en forma de un ojo que no lloraba. Al otro le quedaron las lágrimas. El ojo no encontró las lágrimas jamás y las lágrimas del otro nunca vieron porqué lloraban.

Habla una estatua


Empecé a creer un día
que dejar de creer era tomar un camino
y queriendo caminar
fue que entendido tomé mis riendas
para entrenarme
y versarme en una cosa
que me di a llamar amor

Con los dioses todos muertos
y el amor desendiosado
tomé tres palabras
                en corchea
                                mil silencios
y me dispuse a andar

Las caídas eran constantes
pero más de lo que ahora son
yo seguía tejiendo versos
                mortales
como el final de una canción
y de las heridas sangrantes
yo seguía viviendo
sin más venenos que los del amor

Dejó de importar ser bueno
como dejó de importar ser malo
se esfumó la lástima y la compasión
el desenfado y el rencor
Con los dioses se fueron las penas
las culpas, el dolor
el sufrimiento convertido
                                en insomnio
y la espera en reloj
vacante de tiempo
Con el más allá
se fue el futuro
y el presente se convirtió
                                en eternidad
No me di cuenta cómo es que pasaba
todo se fue y se quedó el amor

Pronto volvieron los golpes
las caídas
y los hielos en el corazón
pero lo acabado no volvería
ni los dioses ni el dolor
yo ya estaba entrenado
caminando en el amor

De cuando en cuando añoro
un poco de odio
                un poco de dios
confieso
                                un poco de envidia
por quienes esperan
el final de estos pasos carnales
por quienes creen tener prometidos
todos los cielos y todos los fantasmas
Yo aquí permaneceré versando
llorando o sonriendo
cuando los siga mirando partir
dejándome con los momentos
como una estatua de piedra
que con cincel y martillo
                todos golpean
para llevarse un trozo de cuerpo
y vivir para siempre
                con un pedazo de mi amor

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