jueves, 22 de diciembre de 2011

Epidemia



Ella llegó sonriendo y lo encontró llorando. Mientras seguía carcajeándose, entró otra persona, y al verlo llorando, empezó a llorar, luego entró otra persona e hizo igual. Al pasar del tiempo, ya había llegado todo el barrio, toda la provincia y luego de unas horas todo el país lloraba; menos ella, quien era la única que permanecía sonriendo. Así pasaron los días y los meses y la epidemia se extendía, entonces ella,  cansada de sonreír, empezó a llorar como el resto. De inmediato en el fondo se escuchó el principio de una leve sonrisa.

Del perdón


Todos piden para vos un perdón 
que no necesitás porque no has buscado
yo le quito minutos a mi vida
                a prisa
tomándolos del tiempo
y echándolos en la basura
cual si fuese propicio acabarlos pronto

Sin embargo
el perdón llegará a escondidas
                en silencio
y es probable que se vaya
con los minutos gastados
a morir en la basura

No hay que salvarte
porque ya no hay horizonte
todo está dormido
                felizmente
estás inmóvil en el presente que escogiste

Mientras tanto yo
sigo aquí penitente en presencia de la fuga
de los minutos
y una hiedra de muerte
con raíz en mi pecho
me mantiene atado a la tierra

Me mirás
desde afuera
vestida con un traje de razones
que yo no quiero
que yo no busco
como vos no buscás al perdón
y allí postrada
                desde afuera
llorás con una sonrisa
o sonreís con un llanto de satisfacción
al ver que es por respirar tu aire
que permanezco muriendo. 

lunes, 19 de diciembre de 2011

[He estado dejando flacos a lo largo del camino]


He estado dejando flacos a lo largo del camino
y no es que me jacte de ser signo de hambre
es  que el dato es curioso cuando
los tiempos famélicos se me vienen encima
nada de vacas
nada de hinchazón ni mucho menos de gordura
he venido caminando
o quizás corriendo
qué más da!
pero en el trayecto miro el pasado hirviendo en calentura
y lo dejo que me contagie de fantasmas
y me deshago en huesos
con hambre
flaco
pero alimentado a punta de versos y de esquelas fortuitas
porque pudieron bien no significar muerte alguna

Estoy saciado de los dolores que se comen
y que el cuerpo aun no sabe botar
estoy a punto de una intoxicación de conversaciones tortuosas
recurrentes sobre todo por las noches
cuando yo debería estar durmiendo
no soñando

Pero no tengo velas
ni tengo entierros
porque lo que quiero velar no es de ateos
y lo que quiero enterrar no está muerto
porque hay cosas que hoy quisiera matar de hambre
o de olvido sin más
pero ni se olvida ni se muere
ni se cubre
como los monstruos de mi pasado
en los signos de la inanición

sábado, 17 de diciembre de 2011

Costa Chica


       Acerca del Estado (In)Dependiente de Costa Chica se sabe de su imprecisa localización en algún lugar entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio. Su geografía  es ampliamente diversa, goza de un importante porcentaje de áreas protegidas que los políticos utilizan a conveniencia como argumento frente a cualquier cosa, desde las inundaciones, hasta el dolor de cabeza o la fiebre del cólera.  Una amplia biodiversidad le caracteriza, su flora va desde variedades de helechos, pasando por orquídeas y llegando a estadios nacionales de factura (sic) China, su fauna va desde ranas diminutas de colores brillantes, pasando por múltiples variedades de reptiles y arácnidos, hasta ex presidentes que comen tamales cuando se cansan del caviar. Costa Chica es el país más feliz del mundo (quien se atreve a decir lo contrario dentro de sus fronteras, corre el riesgo de ser apaleado) y además el país más pacífico del mundo (por favor omita la información contenida en la sección de sucesos de cualquier periódico local).

         Costa Chica es, además,  el único país en el que la labor crítica es considerada ofensiva, resentida y  chancletuda;  donde para ser Presidente dos veces basta con ser un zombie con un Nobel de la Paz, y donde para no ser homofóbico basta con tener uno o dos amigos “gay”, de igual forma,  para no ser machista basta con tener amigas mujeres y para no ser señalado de xenofóbico basta con tener un par de amigos nicaragüenses. Es el único país del mundo en el que las manifestaciones artísticas conocidas por las masas se reducen a unas cuantas esculturas repartidas a lo largo de todo el territorio y que misteriosamente coinciden con el número de próceres de la patria (héroe{s} de guerra, futbolistas, ondinas, empleados de la NASA, y uno que otro busto de algún escritor o escritora). Es un estado libre e (in)dependiente, es decir, usted puede hacer lo que a usted le dé la gana siempre y cuando la Iglesia Católica se lo permita (en caso de duda en éste punto, consulte la Constitución Política de Costa Chica, o eleve{sic} su queja al Vaticano), valga además la aclaración de que si usted se auto define ateo o no-creyente en Costa Chica, y además le gusta escuchar “metal”, es de inmediato categorizado como éticamente malvado, o sea, que su estatus moral colinda más o menos con el de Satanás.

            Atrévase a venir a Costa Chica, sin duda se va a reír muchísimo antes de que se le desprenda un riñón con alguna de las zanjas que ornamentan las calles de las zonas populares (y valga esta salvedad de “zonas populares” puesto que en otras soleadas autopistas, de mejor hechura, sus riñones difícilmente corren peligro). Así que venga y disfrute(nos) y goce(nos) que eso es lo que sin duda nos hace más felices. 



miércoles, 14 de diciembre de 2011

Está claro


Está claro que un recuerdo se puede convertir en un odio
y el odio en más odio
y así sucesivamente sobre todo cuando uno empieza a ver
                               hacia adelante
el tiempo que corre hacia atrás

Está claro que la división entre todos  se hace más patente
cuando es uno mismo el que empieza a caminar
                en reversa
encontrándose en la lejanía de los otros
con todo lo que uno no es
con todo lo que uno no quiere ser
con todo lo que uno es comparado
con todo lo que siempre ha comenzado a ser
cada vez
un poco menos yo

Por fortuna  
aun la humanidad goza de cierta miopía
para ver incorrectamente
respecto de la erección de la razón
por fortuna algunas veces aparecen insensatos
dispuestos a ser amados

Está claro que nunca amanece
mientras estamos oscuros
 insomnes
pero está claro
que para poder mirar no hace falta luz
sino deseos de mirar
y que solo ha permanecido siempre
en los amores y los odios
la fijación por la ceguera

 

domingo, 11 de diciembre de 2011

En el Atardecer (autor: Yoan Campos Cabezas)

A continuación les presento un texto de mi sobrino de 11 años, espero que lo disfruten: 


En ese atardecer está contento un árbol, de ese árbol una manzana, de esa manzana ese fruto y de ese fruto su semilla cada y cada vez más. Lo que ocurrió fue que el atardecer desapareció y entonces todo fue oscuridad. Cada vez el árbol estaba más triste, oscuro, roto y se veía hasta viejo y malo,  frutos con gusanos y podridos y después de todo ese mes de maldad y oscuridad y muchas cosas, el árbol puso su cara feliz, siguió adelante y todo volvió a ser como antes en el atardecer. 

Escrito por:  Yoan Campos Cabezas el día 11/diciembre/2011

martes, 6 de diciembre de 2011

Estaba adherido


Estaba adherido, o al menos aun lo estaba cuando empezó a despertar. Miró hacia abajo, a lo largo de la vara que venía escalando de tiempo atrás, y siguió un rastro que empezaba desde debajo de sí mismo y se extendía en descenso hasta perderse en la distancia.
Estaba adherido, o al menos aun lo estaba cuando, desde donde se encontraba, vio como una mano que le pareció conocida borraba aquel rastro. Se sorprendió de que la huella de un camino se borrara tan fácilmente que pareciera no haber andado nada jamás.
Estaba adherido, o al menos aun lo estaba cuando volvió su mirada hacia arriba y la misma mano –aquella mano conocida– que se había empeñado en borrar su huella, le aventaba granos diminutos de sal, uno a uno, que a un tiempo lo hacían arder, encogerse, revolcarse y despegarse poco a poco, lentamente y con gran dolor.
Estaba adherido, o al menos aun lo estaba…


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